Pues nada, ya hemos estrenado Mayo. Mes de las comuniones por excelencia. Me encanta comprobar lo emocionados y contentos que están los niños que van a tomar su primera comunión. Un montón de tiempo preparandose para el gran momento, más todas las emociones que vienen de la mano...
Y para nosotros, sus padres.. ¿qué os voy a decir? Casi parece un punto de inflexión. De repente les miramos y ya no son tan niños, ya empiezan a ser un poquito más mayores.
Así que hoy os traigo a Álvaro, un ejemplo perfecto de todo lo que os he contado: emocionado, feliz, y en la delgada linea que separa la niñez de la adolescencia...
Feliz Primera Comunión, Álvaro